Lograr en el horizonte temporal de 2020 un sistema educativo en Canarias más equitativo y de mayor calidad, que nos sitúe en el marco de los mejores sistemas educativos europeos, superando los déficits existentes, y que afronte con fortaleza los nuevos retos de la sociedad del conocimiento en la próxima década.
Los principios rectores son los ejes sobre los que se acuerdan las bases del acuerdo: corresponsabilidad, equidad, calidad, valores y participación. Queremos con ellos consolidar un sistema plural, democrático y participativo, fijado en la sociedad canaria y a su servicio, compensador de las desigualdades e integrador de la diversidad.
La educación se debe interpretar como un proceso de desarrollo, no solo como resultados que alcanzar. Debe convertirse en el factor decisivo para que consigamos una sociedad canaria más culta, más justa, más tolerante y solidaria, con más oportunidades de trabajo y desarrollo personal.
La educación, con equidad, es uno de los mecanismos más eficaces contra las desigualdades sociales y culturales. Por ello, debemos optar por la integración social y la igualdad de oportunidades, compensando las discriminaciones y asegurando una educación inclusiva y el reconocimiento de la diversidad.
Dar al sistema educativo los requisitos necesarios para la mejora de la calidad de la educación pasa por atender prioritariamente a la formación inicial y permanente de los docentes y a su reconocimiento social; potenciar la autonomía pedagógica y de gestión de los centros; ofrecer a la sociedad la oportunidad de formarse de manera continua; realizar la evaluación formativa, continua e integral del sistema. Esta evaluación nos dará la información precisa para tomar decisiones acertadas en la mejora de la educación.
La participación de la comunidad educativa en los centros es un factor de calidad que debe mejorar. Hay que avanzar en el aspecto cualitativo de la participación, logrando una mayor implicación social. En este sentido, un reto que se debe asumir en este acuerdo es revisar y modificar las normas que regulan la participación en los centros educativos para hacerlos más accesibles y democráticos.
Nuestro Parlamento comparte de forma diáfana el rumbo que debemos tomar: “Es el valor social y económico de la educación lo que convierte al sistema educativo canario en un pilar y en una herramienta imprescindible para la socialización, la construcción de la convivencia y de la ciudadanía, la cohesión social y la base del sistema productivo y laboral. Es por ello por lo que el sistema educativo concierne no solo a los sectores directamente implicados: padres y madres, alumnado y profesorado, sino también a toda la sociedad, siendo el principio de corresponsabilidad social e institucional un elemento clave.” Además, hay que considerar el papel que deben desempeñar la Administración educativa, los servicios sociales y las entidades locales.
Debemos integrar valores universales como los derechos humanos, la igualdad de oportunidades, la solidaridad y las reglas democráticas de convivencia que nos hemos dado como sociedad.
Garantizar la necesaria estabilidad del sistema educativo en Canarias, teniendo como base el Pacto Social, Político, Económico e Institucional. Abordar los problemas y retos más críticos y urgentes de la educación en Canarias (fracaso/éxito escolar, mejora de resultados mejora de la equidad…), para acelerar su convergencia con los sistemas educativos europeos.
Garantizar una adecuada formación del estudiantado en aras de su desarrollo integral, su autonomía y competencia personal, el pleno ejercicio de sus derechos y deberes ciudadanos y su adecuada inclusión social y profesional.
Potenciar y garantizar una adecuada formación y competencia del profesorado, así como su reconocimiento social y profesional, consolidando un nuevo modelo de desempeño profesional sustentado en el valor del conocimiento, la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i).
Promover centros y servicios educativos gestionados democráticamente, comprometidos en procesos de mejora continua, con capacidad para aprender de sí mismos y de incorporar en su funcionamiento las mejores prácticas.
Adaptar en lo posible las Enseñanzas Profesionales, así como las de régimen especial, a las necesidades propias de Canarias y al reto de la globalización. Crear un nuevo modelo de cooperación universidad-empresa-sociedad, basado en la investigación básica, en la aplicada y en la innovación.
Crear un modelo de cooperación ayuntamiento-escuela, para la mejora de los niveles socioeducativos de las familias y el desarrollo coordinado de la educación.
Fomentar el conocimiento, el respeto y la valoración del patrimonio cultural y natural de Canarias en un contexto globalizado.
Incrementar los recursos económicos destinados a la educación y velar por la gestión eficaz de los mismos.
El Consejo Escolar de Canarias (CEC) consideró que, al haberse frustrado los intentos de acuerdo en el ámbito estatal, en la Comunidad Autónoma de Canarias se debía aspirar a alcanzar consensos en torno a los objetivos, las prioridades y las acciones de la educación en las islas, máxime teniendo en cuenta la difícil situación económica y social existente y un sistema educativo que precisa desarrollos y mejoras significativas.
Este amplio bagaje de aportaciones y documentos (aportaciones numerosas y plurales de los sectores, bagaje documental del Consejo y otros documentos políticos, de la administración y de organizaciones educativas y sociales) permitió configurar un documento base que, tras un proceso de estudio, análisis y revisión por parte de los distintos órganos colegiados del CEC (reunidos en 11 sesiones de trabajo), fue remitido al Pleno para la consideración de las aportaciones y enmiendas (320 aportaciones). En sesión plenaria celebrada el 21 de diciembre de 2014, resultó aprobado por unanimidad el Acuerdo Consejo Escolar de Canarias para un Pacto Social, Político y Económico por la Educación en Canarias.
El acuerdo para un pacto social y político, alcanzado en el seno del CEC, constituye un valioso documento sin precedentes en el sector educativo, un documento que puede ser provechoso y útil para la política educativa en relación con las distintas normas y planes, por cuanto es un acuerdo legitimado institucionalmente, que encierra el sentir y las demandas de la comunidad socioeducativa representada en el CEC, gestado desde la participación de la pluralidad, con la riqueza del debate y el valor del consenso, en el que han aportado y se sienten reconocidos todos los sectores del CEC que lo han refrendado de manera unánime.
Es importante considerar que el acuerdo alcanzado por el CEC no constituye un fin en sí mismo, porque tiene voluntad de crecer e irse trasladando a la sociedad para ir construyendo un gran acuerdo de corresponsabilidad social e institucional con la Educación, en el que se apueste por el valor de la formación, los derechos sociales, la equidad y la compensación, la participación, el compromiso, la calidad y la eficacia, garantizando que la formación a lo largo de la vida se convierta en un objetivo real.
Desde el Consejo Escolar de Canarias estaremos encantados de asesorarles en el proyecto de creación o revitalización del Consejo Escolar de su municipio.